Los fertilizantes en la agricultura

La fertilización o abonado consiste en aplicar fertilizantes o elementos nutritivos que necesita la planta, incorporados de forma directa al suelo, o también disueltos en el agua de riego, como por ejemplo las aplicaciones a través de un sistema de riego por goteo.

Para cada cultivo y etapa de desarrollo es necesario determinar un plan de fertilización, de acuerdo a lo siguiente:

  • Dosis de nutrientes que demanda el cultivo, según etapa de desarrollo (kg/ha).
  • Fertilizante más apropiado (kg/ha fertilizante).
  • Momento de la aplicación.
  • Forma de incorporación.

Las recomendaciones técnicas deben considerar aspectos tales como:

  1. Las necesidades del cultivo a lo largo de su ciclo vegetativo; en los estados iniciales se recomienda aplicar fertilizantes con altos contenidos de Fósforo y nitrógeno, en cambio para períodos cercanos a la cosecha se recomienda incorporar fertilizantes que contengan un alto contenido de Potasio, para incrementar el llenado de granos y frutos.
  2. Determinar el grado en que el suelo es capaz de cubrir dichas necesidades.
  3. La eficiencia en la fertilización se encuentra directamente relacionada con el sistema de riego utilizado y la forma de aplicación de los fertilizantes.

Es recomendable, que la dosis de fertilización se determine mediante la elaboración de un balance nutricional completo, el cual depende en gran medida de los antecedentes culturales: fertilización del cultivo anterior, enmiendas orgánicas, tipo de cultivo anterior y residuos del mismo, etc. Además del clima y su influencia sobre la mineralización del nitrógeno.

Es aquí, donde se incorpora la fertilización mineral, en donde los distintos fertilizantes disponibles en el mercado, se utilizan para complementar los aportes del suelo. En el Cuadro 1, se presenta un listado de los fertilizantes más utilizados en agricultura.

Cuadro 1

Compatibilidad de los fertilizantes

La mezcla de dos fertilizantes de distinto tipo puede a veces producir la formación de precipitados. Estos casos indican que dichos fertilizantes no son mutuamente compatibles y que se debe tener especial atención de no mezclarlos en el mismo contenedor sino utilizar dos estanques por separado (Figura 1).

La interacción de los fertilizantes con el agua de riego, especialmente si son aguas duras y/o alcalinas, también puede ocasionar la formación de precipitados en el tanque de fertilización y provocar la obturación de emisores y filtros.

Figura 1. Tabla de compatibilidad entre distintos fertilizantes utilizados en agricultura. En rojo: mezcla incompatible en seco y en estanque, no realizar. En amarillo: mezcla compatible sólo en estanque al momento de inyectar. En celeste: mezcla de compatibilidad limitada en seco y en agua. Usar cantidad limitada. En verde: cantidad soluble en agua limitada por punto de saturación de sal. En negro: mezclas que generan calor, aplicar el ácido al agua, nunca al revés. Color azul: 100% compatible en seco y en estanque.
En rojo: mezcla incompatible en seco y en estanque, no realizar. En amarillo: mezcla compatible sólo en estanque al momento de inyectar. En celeste: mezcla de compatibilidad limitada en seco y en agua. Usar cantidad limitada. En verde: cantidad soluble en agua limitada por punto de saturación de sal. En negro: mezclas que generan calor, aplicar el ácido al agua, nunca al revés. Color azul: 100% compatible en seco y en estanque.

Figura 1. Tabla de compatibilidad entre distintos fertilizantes utilizados en agricultura.

Importante

Sólo la combinación de fertilizantes que aporten distintos elementos esenciales, serán capaces de cubrir las necesidades nutricionales de un cultivo a lo largo de su ciclo de crecimiento

Estos problemas pueden ser evitados por medio de una elección correcta de los fertilizantes y un manejo adecuado.

Por ejemplo, el nitrato de calcio no puede ser mezclado con ningún fertilizante sulfatado o fosfatado porque se forma un precipitado de sulfato o fosfato de calcio, también cuando se mezcla sulfato de magnesio con fosfato de amonio se forma un precipitado de fosfato magnésico, que altera la descarga normal de agua a través de los emisores.

Una medida de manejo simple consiste en el uso de dos tanques de fertilización que permitan separar los fertilizantes que presentan reacciones de precipitación, así, los fertilizantes con calcio, magnesio y microelementos, deberían ser disueltos en un tanque, mientras que los fertilizantes que contengan fósforo y sulfatos deberían diluirse en otro tanque, evitando así la formación de precipitados.

El principal problema se produce con fuentes de fósforo: aguas con altas concentraciones de calcio y magnesio y pH alcalino, provocan la precipitación de fosfatos de Ca y Mg. Estos precipitados se van depositando sobre las paredes de las tuberías y en los orificios de los emisores, causando su obturación. También se ve afectado el aporte de fósforo a la planta, ya que éste se encuentra precipitado y no en la solución nutritiva. Se recomienda elegir fertilizantes fosforados ácidos (ácido fosfórico o fosfato monoamónico) cuando se riega con aguas duras y/o alcalinas.

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